05 diciembre 2009 (sábado)
TRAVESSA TRAMUNTANA, 1ª etapa
…. Jiiiaaaaaaaa, Jiiiaaaaa, cabalgando salvajemente, resoplidos jadeantes en la madrugada, capa al vuelo, ecos en el aire helado del invierno, van quince jinetes sobre sus frías monturas acelerados a Pollença, saliendo en estampida de la estación de Sa Pobla, donde el gélido ambiente entumece los cuerpos y las bestias bajo nuestro se desentumecen del cálido calor del establo del vagón del tren…
Así comienza la odisea del fin de semana para unos, que no para otros, que no podrán completarla. A las frescas 6h de la mañana nos encontramos con nuestras jamelgas en l´Estació Intermondal/Plaça d´España, José Carlos, Alberto, Mateo, Juan, Carlos (Bous Bufats) y yo, donde puntual se sale a las 6:24h hacia sa Pobla, parándose en diversos pueblos donde el resto de jinetes con sus “queridas” van reuniéndose con nosotros. Buen madrugón, buen follón, donde Mateo con sus chistes anima a los vaqueros y así va pasando el tiempo hasta la hora de la estampida. Pollença a 10 kms, realizados “de facto”.
Así, al galope recorremos el gr221, paralelos al torrent de la Vall d´en Marc, donde por sendero sinuoso, frondoso y húmedo, con el discurrir del agua por su cauce habitual, con su botador, puentecillo de madera estrecho, su pasarela, vamos adentrándonos a zona desconocida, bueno, no tanto o mejor dicho nada desconocida. Aún calados por el gélido ambiente perturbador, entre sombrío bosque encinar, los jamelgos más fuertes con sus jinetes ascienden pista hacia Binifaldó sin descanso, otros más retrasados y el último como siempre yo, acompañado más adelante por un “Bou” que no con jamelgo, de nombre Carlos (que nombre para un Bou). Gracias a la tecnología estamos en contacto con los nuevos juguetes; los Walki-talki.
En eso que Carlos y yo nos encontramos en el camino a Mateo que se duerme de pie y al compañero cambiando la herradura a su animal, afortunadamente me sirve para descansar. Eso sí, el frío nos va devorando mientras nos envuelve el cuerpo. La avanzadilla llega a Binifaldó y se adelanta hacia Lluc, donde unos se aproximan por la carretera y otros por el camino antiguo. Lo que me favorece, ya que, al reanudar tras el pinchazo, vuelvo a descolgarme de la caballería. Nos paramos en Ca´n Gallet, donde reponemos fuerza con los embutidos típicos mallorquines, la mejor manera de recuperar energía y calor (pa qué tanto informe de «alimentacón para el deportista» si no hacemos ni casooo..).
La prueba de fuego la encontramos a la hora de continuar la ruta y enfrentarnos a los desafíos de la naturaleza, ya de por sí difíciles. El ascenso al Coll des Prat, favorece la reagrupación. Aquí no hay jamelgo más fuerte, hábil, veloz, incansable… aquí nos encontramos con un ascenso tan pronunciado donde pista no hay, sí al principio pero desapareciendo en ses Voltes. Nosotros los jinetes hemos de cargar con nuestro medio de transporte, lo que requiere por la morfología del terreno, tiento, santi paciencia, agilidad, constancia y un gran esfuerzo mental y físico durante una hora, donde el calor del sol, nos deja de lado todo el día, siempre bajo palio, donde no existe contemplación ni favor de recibir sus rayos cálidos sobre nuestros cuerpos, para poder calentarlos y absorber su vitamina “c”.
La recompensa nos llega al final. Iluminados por una fuerza invisible, recibimos el ansiado calor solar, donde respiramos alegres por la odisea sin contratiempos, ahí, en lo alto del Coll des Prat reponemos fuerzas. Hacemos foto de grupo bajo el resquicio solar que se nos brinda, ya no habrá otro favor de la naturaleza.
Recuperadas fuerzas empieza la odisea del descenso por el Comellar des Prat hasta la font del mismo nombre, zona de división, aquí los que no podemos quedarnos para continuar a la mañana siguiente la travessa, nos despediremos del grueso. Estos continuaran hasta el port de Sóller, donde dormirán, por los embalses y de ahí por es Barranc de l´Ofre.
Intrépidos ellos y valientes, disfrutan de la tortuosa, pedregosa y mojada senda descendiendo velozmente a galope tendido. Yo el penúltimo, que no último, qué pensé sería, ya que detrás de mí se halla Carlos (Bou Bufat). Su cabalgadura se resiste bajar por este lar, lo que como buen solidario que soy, ejem, ejem… decido esperar lo indecible y las veces que haga falta, a fin de llegar juntos. Para ser malo diré que fue largo el descenso y al llegar, encontramos a un José Carlos solo y medio helado, no es de extrañar en esta zona opaca, oscura y húmeda. Casi cuarenta minutos el grueso a esperado a que llegásemos, el tiempo corre y mucho, decidiendo continuar para descender con seguridad es Barranc, el sol se oculta imperiosamente sin esperar nada ni a nadie. Haciendo lo correcto. Los walki-talki, no tienen cabida en éste comellar, los intentos de comunicación han sido infructuosos en las ocasiones deseadas.
Carlos preocupado, se tranquiliza por la decisión tomada por los Maifren. No le hace ninguna gracia el tener que retrasarles, se le ve apenado. Afortunadamente está con nosotros dos. Decide volver a Palma, a casita, refugio calentito donde el amor es el mejor aliento-alimento ante las adversidades. José Carlos, Carlos y yo, tomamos el desvío hacia el refugio des Tossals Verds. Tranquilizo al personal, tenemos luz suficiente para terminar el día con buen pie, comento el trayecto y sus parabienes, más tranquilos y confiados nos dirigimos hacia ahí. A medida que recorremos senda tortuosa (faltaría más), nos cruzamos con excursionistas que suben a la font des Prat, éstos pernoctarán en el refugio. Una vez arribados, tímidamente somos recibidos por un haz de luz, son los últimos rayos de sol.
¡¡¡Y a disfrutaaar!!! 17:28h sale el tren de Lloseta a Palma, estamos en el refugio des Tossals, comiéndome un sándwich. Son menos diez. Ponemos turbo-bólido a nuestros jamelgos y velozmente descendemos la pista, tan rápidos que no somos conscientes de lo que nos rodea y en un pis-pas, estamos en Lloseta, coordinación perfecta, ahí llega el tren, no hacemos más que subir al andén y nos abren las puertas, entramos y a disfrutar del descanso. Animadamente nos contamos historias mientras José Carlos y Carlos se zampan sus bocatas yo esperaré al llegar a casa.
PARA VER TODAS LAS FOTOS PINCHA AQUí
Hola Rafa … una crónica muy original y fiel a lo que aconteció el sábado 5 Diciembre 2009.
Y efectivamente tomé la decisión correcta … no veas lo bien que me encontré en casita el domingo.
Un fuerte saludo amigo.
Carlos B.
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