Otro pateo de esos que solemos realizar Pedro y yo, los que nos dejan exhaustos, extenuados. La idea de Pedro es volver por una zona que exploró hace un  tiempo por Es Traves. Un ascenso por la cara Sur de acceso a Alfábia. Joee… ya me conozco eso, duro duro… y cansado de ayer por la pateada a la  serra des Cavall Bernat.

Para colmo empezamos el ascenso desde los jardines de Alfabia. Abajo del tooodo…

Seguimos un sendero por entre el bosque, superando las terrazas, pasando por la font de s´Arena y a muy poco ya directamente recto hacia la montaña, por sa Cassarassa. Llegamos a la pista medio abandonada, tiramos hacia es Traves. A la altura de un forn de Calç, casi en perfecto estado de conservación, seguimos todo recto para arriba, la inclinación de 45 grados no nos dejará en ningún momento. Atravesamos  “rossagueras”.

Damos con un poste de electrificación antigua en perfecto estado y con el cable todavía sujeto a él. Vamos por el buen camino. Seguimos progresando el ascenso, cada vez más duro, que nos conduce a una chimenea más vertical. Estoy contento, porque el paso vale la pena, el cansancio mengua por el disfrute, pero es duro. Seguimos la línea de los postes, bien anclados, alguno partido por la caída de un enorme pino, las ramas han arrastrado el cable como tendido eléctrico partiéndolo.

No puedo más, estoy reventado y hambriento. Pero decidimos continuar y comer en lo alto, en el Pla des Pins. Así lo hacemos.

Duda -¿por dónde volvemos? ¿Qué hora es? ¿Cómo de cansados estamos?

-Lo más rápido es volver por donde hemos subido y luego investigamos por otro lado. Dice Pedro.

-La bajada es dura, las rodillas sufren, no digamos al volver, pero es lo más práctico. 

El descenso por el terreno del antiguo tendido eléctrico se hace corto, de la hermosura del terreno y del paso, pero hay que decir que las rodillas lo pasan fatal.

Una vez en el camino prendemos rumbo Este hacia la parte alta del torrent des Verger, para así descenderlo hasta el vehículo.

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