Tiempo invernal por la mañana y veraniego por la tarde
9 octubre 2011 domingo
Excursión espeleológica Teixot
Aquí en Palma se pinta el día despejado y con calor de veranito, donde nos dirigimos nosotros todo lo contrario, vemos las montañas de nuestra querida isla, cubiertas por unas nubes bien negras. Se adivina que ahí en las cumbres está lloviendo. No hay tiempo para recular, vamos a lo que hemos decidido a realizar. Una excursión al Teixot, en plan explorativo espeleológico.
Llegamos a Son Moragues (Valldemossa), donde dejamos el vehículo y empezamos a andar. Aquí nos tienes a Marcos, su mujer Jose e hijo Máximo, a Antonio y a mi, Rafael, cargaditos para explorar unos recovecos en lo alto de la cima en cuestión. Máximo es la atención de todos nosotros. Afortunadamente el ascenso, aunque pronunciado, es por pista amplia y cómoda, en poco más de 20 minutos llegamos al desvío des Cairats. Aquí, el tiempo ya está malo. Niebla y viento nos empieza a envolver. El aire es casi gélido, por lo que nos obliga a cubrirnos el cuerpo ante la inclemencia.
Proseguimos la ruta ahora más estrecha y más pronunciada por un pedregal, al final del mismo llegamos casi a lo alto de la cresta, pero el tiempo es tan malo y hace tanto viento, que decidimos ponernos a cubierto y comer, a esperar amaine un poco.
Pero no, esto no amaina. Jose y Máximo toman la decisión de regresar, puesto que en el pueblo hace sol. Nosotros continuamos por la cresta hacia el Teix, 1064m Comprobamos que no vemos a más de diez metros. La niebla es espesísima. La foto de cumbre es explícita. Antonio nos enseña el camino, como puede, hacia el Teixot, 1062m y de ahí a los “agujeros” que vio la semana pasada. Que en un principio no parecen haber sido explorados. Ya que vamos súper cargados con el equipo de exploración, auque llueva, se explorarán.
Y así, varias cavidades y simas son, efectivamente, desvirgadas. Con su correspondiente levantamiento topográfico y estudio.
Me las curro un rato largo, puesto que soy el único que se desliza por la cuerda a su interior, luego topo y fotos. Unas más anchas, otras más estrechas, más interesantes y otras menos. Una de ellas es tan estrecha que le ponemos el nombre de “compresa extrafina”.
Yo de maravilla dentro de ellas calentito, Marcos y Antonio en el exterior muriéndose de frío, con éste viento….
Ya me comunican a media tarde que el tiempo cambia. Efectivamente. Al salir de la última, veo que el cielo está despejadísimo.
Al retornar a Valldemossa, los conduzco por el Pla de Mala Garba, no habían estado por aquí, y ahora despejado, la vista es magnífica. Al poco unos silbidos. Una pareja se ha perdido. Quieren ir a Deiá y se pasaron el desvío. Veo su mapa, “no sirve para nada” le digo al chico. Explicarles cómo volver y encontrar el paso a estas horas es una temeridad, no conocen la zona. Total, que deciden bajar con nosotros a Valldemossa y no perderse otra vez.
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