Estamos a principios de diciembre y el tiempo es magnífico. Hace sol, la mar esta tranquila y eso requiere medidas. Decidimos tomar la barca y visitar sa Dragonera. Pasear por su entorno y saborear la brisa como su paisaje. A posteriori, dar la vuelta a la isla y una inmersión por la zona. Todo se presta a ir a mejor. No ha mucho, se nos presenta un yate que quiere recuperar un ancla. Después de intercambiar impresiones y llegar a las coordenadas dadas, me pego la inmersión. Profundidad 25 m. Visibilidad, no tan buena. El agua está deliciosa, fresca lo justo. Veo algún que otro animalito, varios pulpos, que deben estar medio invernando, porque ante  mi presencia apenas reaccionan. Sigo buscando la ansiada ancla y al fin doy con ella. Grande es, y tiene más  de 6 metros de cadena. Hago el paripé pertinente y la sacamos sin problemas. Un gracias y toma por las molestias y hasta pronto. Ha sido un día completito, al igual que ayer, que hice la cova de Sa Campana. Total, total. Mañana toca visita a una base Militar, ya que me invitan….

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