09/10/2008 (Jueves)
PIC DU CANIGOU (2784m)
Vermet-les-Bains, ah.. hemos (he) tenido que llegar aquí para poder dormir bien. Qué alivio, sólo nosotros y dos mujeres más. Tranquilidad a tope. He podido recuperar un poco de sueño atrasado.
Fuerte desayuno a las 7h, coche y al refugio Mariailles (1718m). Pista en perfecto estado, eso sí, hay que ir con cuidad por pequeños baches. Estamos listos en media hora para emprender el que será el día más largo y agotador de toda esta aventura. De aquí al Pic du Canigou, nos separan 4h de duro esfuerzo, en ningún momento encontramos llano, todo subida y más subida y a más altitud, desnivel más pronunciado y más frío.
La poca nieve que ha caído está ahí, a tiro de piedra, o eso parece. Pasamos por un puente en perfecto estado, sendero por bosque, pasamos por la Font d´en Marty, llegamos a una altitud de 1964m, donde hemos de cruzar el río Cady. Alerta, piedras mojadas, posibilidad de resbalar y descalabrarse. Una vez realizado, nos encontramos con las primeras vacas, vacas por todas partes, grandes y hermosas, blancas y alrededor de los ojos, negro, negro como el carbón y, para mejor del día, algunas en medio del sendero. Sendero estrecho, vegetación a su alrededor. Ellas o nosotros…. Con valor me aproximo… y a pocos centímetros, la vaca recula y nos deja pasar. Son grandes de verdad, impresionan un poco, no creáis.
Seguimos ascendiendo, no notamos cansancio, estamos bien y contentos, haremos una cima importante, o por lo menos conocidísima, que ya es algo.
Sin darnos cuenta llegamos al Refuge Arago, (2123m). aquí merecido descanso. Comemos un poco. Estamos en un lateral del valle de Cady. Apreciamos las impresionantes montañas que nos rodean ( Crete des Sept Homes, Puig Roja, Puig del tres Vents, Puig del Roc Negre, Puig Sec y el tan temido y deseado Pic du Canigou, todos ellos superiores a los 1600mts.) y la nieve a nuestro alrededor y esa nube-niebla que se encuentra en la cumbre. Esperamos tener despejado al llegar.
Aquí, algo raro, Pedro y yo no nos ponemos de acuerdo en la dirección a tomar. Al final vamos por donde digo. Por hoy mejor dejemos el mapa y la brújula para otro día, Pedro y Mariana ya saben porqué lo digo. Aquí empieza lo duro. A más altitud, menos vegetación y más piedras. Esto es un campo de piedras, rocas y otras durezas. Auténtico campo donde nacen, crecen, reproducen y crían las piedras. Es tal el desnivel, que hemos de subir despacito y coger aliento. Las piernas sienten el esfuerzo, el corazón funciona a un ritmo mayor, las ansias de llegar permiten que subamos y no cejar en el intento y regresar.
Al llegar a la Brecha Duner, tomamos aliento, ya sólo queda subir por ésta chimenea escalando pocos metros y nuestro reto se habrá cumplido.
Así lo hacemos. La suerte, destino, Dios, lo que cada uno quiera… pero el cielo se ha despejado, ALELUYAAA…. Otra vista impresionante desde esta altitud. Viento fuerte y frío. Me quito los guantes un segundo para la foto, me los congelo, pero la foto queda. (la tarjeta de la cámara digital quedó llena y no nos acordamos de comprar una cámara de usar-y-tirar, una pena).
Admiramos el paisaje, pero que veo, por la otra cara hay ruta y excursionistas que suben (son de la tercera edad, están de fuertes…), eso quiere decir que podemos hacer toda la vuelta, si son las 12h… hay tiempo!!! Excursión de unas 6h y media más. Pedro reconoce que estaba rezando para que no me diese cuenta… pero… no ha rezado lo suficiente, je je…
Sin más remedio emprendemos la bajada bajo nieve. Aquí alerta que patina de verdad. No desaparece hasta la cota de 2461m. A partir de aquí, me quito las polainas y Mariana se refriega los pies. Las agujetas ya hacen su aparición y lo que nos viene….
Seguimos descendiendo hasta el Pic Joffre (2362m), bajada pronunciadísima, las rodillas padecen. Al encontrar la GR10-GR36, giro de 180º. Pequeño respiro ya que más o menos mantiene altitud. Pero sorpresa…. Las distancias engañan… pensando que faltaba poco, leemos en un cartel que nos quedan 4h más, horror… sólo andamos dos horas???. Estamos en la pista que lleva al Refuge Bonne Aigue, que conecta con la pista del 4×4, que sube a los excursionista que quieren empezar desde lo más alto posible, al Chalet des Cortalets (2150m),rutas a seguir; GR10, GR36, variante de la GR10 y ascenso al Canigou.
Seguimos pocos metros por la pista y la sorpresa viene cuando para rodear una gran depresión, nos hace subir unos 300mts. Duro de coj. …,luego ascenso al collado de enfrente. Aquí (como es lógico, Mariana delante y Pedro detrás, yo detrás…más atrás…) me los encuentro descansando un poco, son muchas horas y los pies padecen. Pedro me comenta que Mariana está cansada y mejor no decirle nada, que está algo desanimada. Entonces yo digo de las mías; Que aunque estemos cansados, nos duelan las piernas, las rodillas, tengamos ampollas, ampollas grandes, ampollas recién nacidas, ampollas reventadas y sangre… no existe en el diccionario del excursionista la palabra desanimado/a. Hay que seguir con la moral alta, entusiasmados y ante todo, fuerza de voluntad, superación y ser positivos, ya que con el tiempo las ampollas y el cansancio desaparecerán. Imaginaos, no volaron cosas hacia mi cabeza, como se me pusieron, yo sólo quise ayudar y dar ánimos. Total, que Mariana sonrió un poco y para alegrarle el camino me pidió que le contase cosas y así se distraería de ésta dolorosa vuelta. Dicho y hecho. Qué tormento… pero me lo pidieron.
Y de tanto hablar, me pidió que me callase, no hay quien entienda a las mujeres. Afortunadamente ya dimos la vuelta y nos encontramos otra vez en el río Cady. Lo cruzamos y con ganas hacia el coche, sólo nos queda una horita de destrozarnos los pies. Al fin, al coche, qué alegría, qué cansancio. Son las 18:30, hemos, creemos, ganado media hora a la fijada. Directos al gîte d´étape. Ducha, cena y a la cama. Bueno, ellos se fueron, yo a escribir las impresiones, pero…. tampoco pude…. La francesa que conocimos ayer (Sylvie Gusman) en el gîte, se me acerca y nos ponemos a hablar y para no molestar, salimos a dar un paseo bajo la Luna, lunera.
Estos dos cayeron redondos en el saco de dormir y con la luz encendida (son las 22h) no se dieron cuenta cuando entré a buscar el forro polar. Total que hablando y hablando… me metí en la cama una hora más tarde. Dormí de maravilla, sí señor…