Mallos de Ligüerri – Borón

Pedro, Vicente, Rafael y Pedro Vicente en los Mallos de Ligüeri-Borón

07/10/2009 (miércoles)

MALLOS DE LIGÜERRI – BORÓN

1313m

Buen madrugón, como cada día, salimos temprano de Sallent de Gállego dirección Guara, a Rodellar, pero mientras nos dirigimos hacia allí, que ya tenemos reservado un bungalow en el Camping Mascún, haremos otra actividad.

Nos dirigimos a los Mallos de Ligüerri-Borón, 1313m. El punto de partida empieza en la presa de Vadiello, entorno de Vadiello y la cuenca del Guatizalema.

Ascenso duro y pronunciadísimo desde el principio. Por entre bosque. Al llegar a la canal de Ligúerri exige precaución. Más verticalidad, piedras y tierra suelta, hojarasca en el suelo invitan a patinar, pequeños pasos de escalada y agarres en pequeños troncos de jóvenes arbolitos. Así, tras una hora de esfuerzo sudoroso llegamos a la plataforma que forman los mallos. Según la información que tenemos, en uno de ellos hay unas clavijas para poder acceder a su pico. Es el Mallo de San Jorge, el más alto de los Mallos. Nos acercamos a él y empezamos a mirar en la distancia sus paredes para poder apreciar las clavijas.

¨Buenoooo…” esas clavijas están en un patio que ni te digo. Además, para acceder a ellas, hay que recorrer una repisa finísima, con un cable penoso, subir un metro medio escalando al vacío e intentar llegar a la primera clavija para ir sucediendo a las otras, ya verticalmente y con un patio de cientos de metros. Las clavijas no están muy separadas entre sí, pero la pregunta es: ¿Cómo se baja después?.

No observamos ningún sitio para poner la cuerda de bajada, además, hay una parte de ascenso que no es apreciable. Pedro Miguel, se acerca y arriesga, no lo ve claro, luego va Vicente y lo mismo, mientras yo, comiendo un bocata en el mallo de enfrente, veo como se entretienen y Pedro, se retira, ya que, no puede vernos a ras del acantilado. Total, intento fallido, el tiempo corre, así que, nos disponemos a recorrer el resto de los mallos para ir al Borón.

Atravesamos mallos de conglomerados para acabar sobre las calizas del Borón. Vista impresionante. Bajo nuestros pies la presa de Vadiello, con sus insinuantes formas de sus mallos conglomerados. El cielo se encapota, desandamos lo andado rapiditos. Al llegar al coche las primeras y últimas gotas. Mientras Pedro Miguel y Vicente descansan, Pedro y yo nos dirigimos a la presa, a echar un vistazo, luego seguimos la carretera cortada que pasa por unos túneles. Esta carretera rodeaba la presa, pero por el desprendimiento de una parte de la misma se ha cerrado al tráfico rodado. La tranquilidad que aquí se respira es abrumadora y no digamos los olores frescos de la vegetación. Un lugar mágico, sobre todo para los enamorados de la escalada, está repleta de vías.