![]() |
Más peligroso de lo que parece, qué acojonee…
25 septiembre 2011 domingo
Cercanía pas de PUJOL D´EN BANYA
Ya hemos empezado la temporada excursionista de “a tomar por cul…”, volvemos a nuestra costumbre de abrir paso por donde sea, y sea por donde quiera la cosa.
No contamos con el calor reinante del día, que aunque entre pinar algo nos protege, somos carne de barbacoa. Exploramos un rinconcito pendiente de hace ni se sabe cuando. Corto pero intenso como viene siendo habitual desde unos años atrás. Entre ses Llimoneres y camí de Rocafortí.
Lo peor de todo es tener que atravesar el Túnel de Sóller, carísimo, casi 5€, 10€ ida y vuelta. Aparcamos el coche cerca del Museo de las Ciencias, en la carretera principal al puerto. Nos pertrechamos y los tres “sinquehaceres” dispuestos a la subida. Pedro, como de costumbre empieza fuerte, ahí lo tenemos estirándonos a Antonio y a un servidor, Rafael. Creo que es la peor hora de pateo en un día de calor, son pasadas las 12h. Nos dirigimos al camino de Ca na Menga, que se encuentra a la salida del pueblo. El camino para nuestro gusto empieza con una cuesta empinada, -Joe… ya ni se calienta, aquí a lo burro, “tooo.. pa-rriba”.
A cientos de metros atravesamos las vías del tren de Sóller por un puente de piedra, a un “tris” no lo vimos pasar bajo nuestra. No a mucho de aquí, encontramos un sendero que asciende a lo alto de la montaña, aunque en desuso, se conserva bien. Antonio está algo flojo, paramos y nos refrescamos. Continuamos el ascenso tortuoso bajo el sol abrasador. Al poco ya estamos en las nuestras, adiós senderos y caminos. Nos metemos entre el bosque encinar y pinar, reina el caos, árboles por doquier caídos, rossaguera que nos quiere impedir la dominemos, un paso arriba, dos para abajo. La vista es Magnífica;la Vallde Sóller, el puerto,la Serrad´Alfabia, sus antenas, el Puig de l´Ofre, els Cornalons, el Puig Migdía, todo, todo nítido, limpio de poluciones. Fantástico. Vale la pena pegarse este tute y sudar como un “Oing, Oing, Oing”.
Nos hallamos entre un mar de bloques enormes, muchos ocultos por los árboles, andamos entre un mundo diferente a lo acostumbrado. No somos nadie aquí, somos diminutos, enanos. Insignificantes. No podemos dejar de admirar lo que se esconde en éste lar. Nos hacemos unas fotos, para ver si es posible plasmar, aunque sea un poco, lo insignificante que somos ante la naturaleza.
Lo mejor, para un espeleólogo es encontrar alguna cavidad o sima. Pues bien, después de estar trepando por unos riscos, Pedro encuentra una cueva. Se me acelera el corazón, y con Antonio nos acercamos, con cuidado, alrededor nuestro todo es un caos, patinas y “viento”. Decido bajar, -Cuidado Rafa, que se puede venir todo abajo. Escucho a mis espaldas. Desciendo como puedo, es una fractura enorme que se estrecha a medida que desciendes. Al fondo un pozo, -Cachis…. Y sin cuerdas y sin papel para topografiar. Exploro sus entrañas. Se divide en dos, paredes, lisas, tipo chimenea, con otro pozo y al fondo una pequeña oquedad. Oigo como me gritan, -estoy bien, ya voy saliendo.
Hay hambre, son cerca de las 15h. Decidimos esperar un poco y seguir ascendiendo más. Encontramos un sendero, casi perfecto, salvo que las rossagueras lo borran poco a poco. Cada vez más dura la subida, hace que tengamos más ganas de comer y descansar. Dos curvas cerradas a ras de cortado y pequeña explanada. Fin, aquí se come y se mira mapa. ¿Dónde estamos? –Je… ni puñetera idea.
Sacamos gps cerebral, que no tira ni de coña. Después de comer, ya más descansados, decidimos por dónde tirar. Ubicados al fin . Estamos a la altura de Pont de Valls, muy próximo a ses Llimoneres. Opciones; llegar al caminito que conduce al mirador y posterior Racó d´en Barona o Pas de Can Jeroni Gros (a gusto de uno) o bien, a ras del acantilado y explorar zona. Obvio, esto último, primero por tiempo, segundo porque lo anterior lo hemos hecho a patadas de veces. Antonio, como no conoce nada de la zona, no opina, je je.
Así que, como dice Pedro, -Rafa dirige, tu primero. Descendemos unos metros, atravesamos rossagura manteniendo altura y no ha mucho patear, algo magnífico. Otra zona de caos espectacular. Nos adentramos maravillados y exploramos rincones y agujeros y pequeñas cuevas. Sin gps, imposible volver y encontrar esto. Bueno, con paciencia y memoria, tal vez.
Vemos un posible paso de escalada, que nos puede conducir a lo alto del risco. Pedro no se anima, pero quiere que lo intentemos nosotros dos. –Nos vemos en el coche, dice. Titubeo, parece peligroso, pero el separarnos….-No, no, no, todos juntos por si acaso, respondo. –Que no pasa nada Rafa, id vosotros, sigo el sendero sin problema. –No, ¿y si te pasa algo? ¿Por dónde busco o empiezo? ¿Y si nos pasa algo a nosotros?.
La razón, el sentido común, triunfa de nuevo. Optamos seguir juntos. Proseguimos a ras de acantilado. Al poco, una pista limpia –Uep, aquí ya estamos en zona cuidada, señores. No ha mucho andar una caseta. Bajamos por la pista que se hace eterna, pasando de largo otras casitas. Cómo pega el sol a estas horas, es insoportable, son cerca de las 17h, carajo. Llagamos a Pujol d´en Banya y optamos por sendero guapo. Hacia el camí de Rocafortí. Empedrado y cuidado y señalizado. Los pies sienten el empedrado como si fuesen desnudos. La maravilla del paisaje vale la pena, el cruzar el puente de las vías del tren de Sóller igual, otra vez, por segundos, nos quedamos con la ganas de estar justo encima y fotografiarlo.
De aquí al coche veinte minutos. Llegamos empapados y sedientos, pero encantados de la ruta de hoy.
PARA VER TODAS LAS FOTOS PINCHA AQUÍ