9 mayo 2010  domingo

Punta de la  Salada – La Tronera

Cova de l ´Aragonès

Punta de la Salada –La Tronera es la proa de la Serra del Cavall Bernat, ampliamente conocida por los excursionistas de la Isla. Ésta Sierra que se encuentra entre Cala de Sant Viçens y Cala Bóquer, es perfectamente practicable por su crestería, la misma termina en unos acantilados de más de 200m de altura. A su fin se encuentra la Cova de l´Aragonès, por la que se accede mediante un “rappel”.

Así que Toni Croix, Antonio Rubia y Rafael Minguillón, servidor, nos dirigimos a Cala Bòquer (Pollença), donde dejamos el vehículo. Para llegar a la cova pasamos por la posesión, recorremos la pista-sendero que nos conduce a la cala. En el Coll des Moro, tomamos la decisión de mantener altura (200m alt.) hasta  La Tronera, lo que nos lleva sortear carrizo, arbustos, palmitos, etc… dificultando algunos momentos la continuación. Otra opción, más factible y práctica, es llegar hasta la cala, seguir unos puntos rojos a ras de mar y luego las fitas que te van elevando hasta la cota 200m sobre el nivel del mar y luego seguirlas sin problema de pérdida.

Andamos sobre pedregal, roca caliza, conglomerado, excesiva inclinación, problemas del viento fuerte reinante, que te impulsa hacia el vacío, donde el mar espera algún que otro cuerpo para arropar. Pasamos a los pies de unas grandes Balmas. A medida que nos acercamos a la punta el paso es más estrecho y  pendiente más fuerte. A punto de llegar nos reciben unas barras de hierro de metro con ojo, igual que las agujas de coser, por la cual en su momento estaban unidas por una maroma. Éstas nos sirven para agarrarnos por el azote del viento y del terreno.

Frente a la tronera comemos y nos ponemos el equipo espeleológico. Después, T.Croix sigue descenso, descenso más pronunciado y con un “buen patio”. Hay más clavijas de hierro oxidados, se pone cuerda guía. Llega a un salto, pero no hay anclaje seguro. Ante el significativo peligro de despeñarnos, viendo que posiblemente no hay cuerda suficiente, muy a pesar nuestro retrocedemos. Llegamos donde comimos y emprendemos regreso a la cala. Extremando precauciones, un desliz y “… adiós…” .

Por lo menos hemos disfrutado de un buen día caluroso y bellas vistas, un chapuzón por parte de los dos Tonis y al vehículo. De ahí a casa. Queda pendiente volver con spitadora y más cuerda.

PARA VER TODAS LAS FOTOS  PINCHA AQUÍ