Día 7  3 enero 2014

      ¡INCREÍBLE!,   esto en casa no ocurre ni de loco. Un zoo-parque, en que la entrada es libre. Yo no soy de zoos, no me gusta ver a los animales enjaulados en cuatro metros cuadrados, sin terreno para poder moverse. Aves, sin altura para poder extender sus alas y volar, auque sea unos metros. No hace mucho pasé por al parque zoológico Natura Parc, ver esos tigres y leones, sin su «alma», sin apenas metros cuadrados para moverse y hacer algo de ejercicio. Y otros animales dando vueltas en sí, una y otra vez, con el síntoma esterotipias (conducta compulsiva, conducta repetitiva, que siempre tiene la misma secuencia y sin embargo no poseen ninguna función. Es decir, el animal desarrolla el mismo comportamiento una y otra vez sin que éste vaya encaminado a conseguir algún fin concreto).

            Éste un parque enorme, en medio de un bosque. Lo significativo, es que aquí los animales tienen espacio para recorrer y no caer en el síntoma mencionado. Las aves tienen unas jaulas de grandes dimensiones, en las cuales pueden volar y moverse. Los bisontes,  lobos, vacas, ciervos, jabalís, nutrias, marmotas, conejos, gallos, ocas, etc…  tienen un terreno amplio para poder explayarse. Eso es agradecer de ver y anima a los visitantes. Hay puntos en lo que puedes dar de comer a los animales. Pude ver bien de cerca, como un lince, jugaba y zampaba su comida.

            Hace mucho frío, pero el pateo es tal, que entramos en calor rápidamente. Varias horas por aquí abren el apetito. Nos vamos a un local a comer una magnífica hamburguesa, con ingredientes secretos. Buenísima, y mira que yo no soy de esta comida.

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