Hace unos días visitamos los pecios del Dique y luego las cuevas, hoy nos toca el pecio de San Carlos. aunque no hay mucho que ver, siempre vale la pena una inmersión en buena compañía. Afortunadamente los unibranquios se dejaron ver sin problemas, ese color azul celeste luminoso con puntos amarillos en sus extremos es una monada.  Como siempre , el mar por esta zona es de visibilidad reducida y turbia, tanto por las corrientes como por el trajín de embarcaciones. Próxima parada; cueva de la ventana en Dragonera si la mar lo permite o un pecio de la zona.

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