Al final llegó el día, mi cuñada Nono, que reside en Sudáfrica, se ha venido unas semanas con los peques a estar con la familia. Como ya terminó el curso de buceo le tiene ganas. Pero allá, lo realizó en un lago de aguas frías y poco visibilidad. Aquí se enfrentará a la mar exaltada, corrientes ligeras y a ver cómo le da la flotabilidad.
Al llegar a los -16m, una termoclima de narices no permitió que siguiéramos descendiendo, mantuvimos profundidad y viendo cuatro animalitos, esos que viven «…bajo el mar, bajo el mar…» la salida del agua fue una peripecia, nos arrastraba mar adentro como que nos sacaba a tierra sin esfuerzo alguno. Joe… qué aventura. Casi pongo en práctica mi Rescue Diver.