Un día magnífico contrario a la información del tiempo pronosticado para Mallorca. Según noticias aparecidas y difundidas por varios medios de comunicación en que van a cerrar la carretera a Formentor de cara al verano para vehículos particulares, decidimos realizar éste avenc cómodo de aproximación y alrededores de gran belleza.
Localizamos el sendero prácticamente perdido que va/iba de la playa de Formentor hasta su faro del mismo nombre. Pateo hermoso por el día claro y las montañas que nos rodean divisando Na Ferrandell, la coma d´en Pere, Puig de l´Aguila, el Pal, el Putxet, etc.
Llegamos al avenc sin problema y con ganas de actividad espeleológica. No hay mucho sitio para pertrecharse y el terreno en depresión dificulta el asunto, pero se nos presenta una cabecera cómoda de ingreso. En ella tenemos varias chapas fijas y varios spits para el descenso de éste pozo de 27,5 m con un diámetro medio de 5 m. Sus paredes llegan casi a tocar el suelo. Su base lo compone un cono de derrubio de piedras de todas las medidas. Gracias a la apertura sufrida conectamos a una sala alargada de 50 x 20 m. En ella pueblan columnas y coladas pavimentarias. A la derecha, oeste, hay un pequeño segmento con una chimenea que alcanza los 27 m de altura. Al sur, entre las columnas, tras superar una estrechez, encontramos la segunda sala, mide 18 x 27 m en descenso pronunciado con grandes bloques y formaciones. Su forma abombada presenta un gran caos. Bloques de 3 x 4 m son la tónica del entorno, así como grandes banderolas y espléndidas cortinas estalagmíticas. Su techo está cubierto de excéntricas. Nos dedicamos a explorar rincones y hacer alguna que otra foto.
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En la boca del avenc. Lourdes, Sonia y Rafael.
Preparándose para el descenso.
Sonia lista para colgarse y descender.
Sonia y Lourdes descendiendo por el avenc.
La cavidad consta de dos grandes salas, conectadas por un paso estrecho y bajo.
La primera sala nos sorprende por gran cantidad de enormes coladas y columnas.
Al terminar el descenso se aprecia el vaciado dejando al descubierto la cavidad.
Por detrás de las espeleólogas, a su derecha, está el pequeño acceso a la otra sala.
Teniendo que sortear en cuclillas els gours y espeleotemas.
La sala se presenta con un desfonde pronunciado y peligroso.
Caos de enormes rocas caídas del techo y cubiertas de estalagmitas y estalactitas.
Banderolas de tamaño generoso y algún macarroni con su gotita en espera infinita.
Gran parte del techo está cubierta de estalactitas que vista desde abajo parecen lanzas dispuestas a nuestras cabezas.
Me toca el ascenso de apenas 30 m.
Llegando al exterior.


















