AMANECER EN CALA MARMOLS
VIVAC CALA MARMOLS y cueva del Drac
Quedamos sobre las 18:30, ni muy pronto ni muy tarde, tenemos que llegar a la cala con un poco de luz. Decidimos llegar con el coche hasta Cala S´Amonia y de ahí pateo por la costa siguiendo sendero hasta Cala Marmols.
Pedro me recoge primero, luego a casa de Fernando. Para no marearme en el cochecito de Pedro, decido ir detrás entre las mochilas, buen apoyo para recostarme y descansar un poco. Ésta mañana me levanté a las 6h para preparar desayuno y bicicleta, quedado en Artá, para pedalear por Aubarca, 8h gasolinera, puntual que es uno y llegué a casa sobre las 15h, tiempo para ducharme, preparar la comida y la mochila, acalorado y cansado de la mañana.
Una vez en Cala S´Amonia, pertrechamos lo necesario en las mochilas y dispuestos a andar y sudar un poco, descendemos a la cala por una pequeña y pronunciada escalera, para luego por un senderito ascender a la vertiente opuesta.
De aquí vamos por el sendero bien señalizado a ras de acantilados, típico de la zona de Santany, pasando por zonas con restos talayoticos (los primeros talayots datan de 1.400 A. de C.).
Como ya es un poco tarde, decidimos que es mejor aproximarnos a la cueva des D rac y explorarla y luego llegar a la cala. Así lo hacemos, atravesamos monte bajo, sucio de narices, arañándonos las piernas sin contemplación. Pedro hace de guía y a la primera encuentra la boca. Nadie al acecho, mejor.
Una galería que nos lleva al centro de la cavidad. Una gran cúpula circular se nos presenta, observando que en su centro, ahí, en lo alto hay un agujero, cubierto por mallazo para evitar que los animales caigan en él. A nuestros pies, desplome, caos de rocas, y un descenso casi vertical. Sus paredes desnudas dejan ver sus estratos. Descendemos y al fondo, un pequeño lago, del cual aparecen unas tuberías que salen al exterior. Está claro, en su época extraían el agua de la cavidad para uso agrícola y otros menesteres. En el exterior, cerca de la boca, encontramos la caseta medio derruida, con sus motores y engranajes para tal fin.
Por la cavidad nos movemos con cuidado, buscando un paso que se supone hay, angosto y peligroso, ya que, se sustenta por rocas no fiable en estabilidad, de ésta manera, no dejamos rincón de la cavidad sin explorar.
Salimos de la cavidad a las 23h, una hora y poco nos ha tenido entretenida la cueva. Visitamos la caseta derruida, fisgamos por sus instalaciones de extracción del agua. Y al ser tan tarde, tomamos la pista hasta Cala Marmols. Más rápido, más limpio de vegetación, más seguro que por rocas, piedras y suelo irregular de la costa. Una hora de pateo y llegamos.
Mar algo movida, velero anclado casi a la orilla, playa limpia. Oscuridad. Estamos cansados y por ello, sin prisa pero sin pausa, ya que, tenemos muchísima hambre, nos dispones a cenar. Aparecen las estrellas. Una vez cenados, rápido Fernando, al saco. Se duerme rápido, a mi, me cuesta con el estómago lleno. Son las 2 de la mañana.
La mar está algo revuelta, pero no nos afecta para el chapuzón mañanero. Está fresquita y limpia, no da ganas de salir de ella, pero a las 13h, como muy tarde he de estar en Palma, compromisos. Sin ganas salimos y coche hasta Santany. ¡Qué no falte! Bocata y refresco y cerveza. Luego carretera y manta hasta Palma. Calor insoportable, asfixiante.
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